CARNE DE VACA BETIZU, UN TESORO ESCONDIDO EN LOS MONTES DEL PAÍS VASCO
¿Has oído hablar alguna vez de la raza de vacuno Betizu? Quizás te suene, o lo más probable, seguramente no has oído nunca hablar de ella. Sea de una manera o de otra, si quieres saber un poco más sobre el mundo de la carne de vacuno y esta raza autóctona, no puedes dejar de leer este artículo.
BETIZU, LA ÚLTIMA RAZA DE VACA SALVAJE DE EUROPA.
Esta raza Bovina se ha adaptado al clima y a la orografía montañosa del País Vasco a la perfección desde hace siglos. Se dice que seguramente sea la raza más autóctona de entre las razas del lugar. Y además junto con las Vacas Landesas , las Marismeñas, y alguna que otra especie más, es una de las útimas vacas salvajes que perduran a día de hoy en el continente europeo. Las Betizu llevan miles de años pastando libres en el monte. Y hay pruebas de todo ello.
PROCEDENCIA DE LA RES, ¿DE DÓNDE PROVIENE?
El origen de estas reses es muy antiguo, y parece estar en las poblaciones de bovidos o bovinos salvajes que antaño habitaban la zona pirenaica. Los betizus serían los antepasados más antiguos de las diferentes razas de bovinos del Pirineo. Aislada por el relieve montañoso, la raza betizu quedó sin cruzar con otras razas, por lo que ha sobrevivido a aquellas antiguas poblaciones.
El antropólogo y etnógrafo vasco Jose Miguel Barandiaran hizo mención a esta raza en varias de sus publicaciones . Dejó constancia de las pinturas de “vacas rojas” encontradas en las cuevas de Sara, de Laminazulo o de Zugarramurdi, que posiblemente hacían referencia a las Betizu. A su vez también encontramos referencias a “toros y vacas rojas” en la mitología vasca. Es por estas y otras referencias por las que se tiene constancia de que las Betizu llevan siglos pastando por el lugar.
VACA MIEDOSA, EN EUSKARA “BEHI IZU”
Si nos fijamos en su nombre, en la raiz de la que proviene este, topamos con dos palabras en euskara “Behi izu”, traduciéndolo al castellano sería algo así como “Vaca miedosa”. Este nombre sin duda hace referencia a la forma de ser del animal. Ya que acostumbradas a vivir libres en los pastos es común que esta vaca tienda a alejarse al ver gente por los alrededores.
UNA ESPECIE BOVINA EN EXTINCIÓN
A finales del siglo XIX y comienzos del XX comenzaron a entrar razas bovinas más productivas al país vasco y es por esto por lo que se empezó a dejar de lado otras. Es entonces cuando se empezó a trabajar una ganadería más extensiva y comercial. Las razas más provechosas se quedaron en las haciendas para la producción y las menos, como es el caso de las Betizu, quedaron relegadas a zonas geográficamente más aisladas. No obstante es por esta última razón también por la que ha perdurado la raza Betizu.
En el año 2018 se calcula que la cantidad de población de este animal era de 1.000 reses y todas situadas en los montes del País Vasco. Y son diversos los proyectos que hay en marcha para revalorizar y salvar esta raza.
¿PORQUÉ ES IMPORTANTE QUE PERDURE?
Sin duda alguna esta y otras razas autóctonas constituyen un gran tesoro cultural. Pero aparte de las razones histórico-culturales, existen diversas razones para argumentar la necesidad de que estas razas perduren. Y vamos a enumerar algunas de ellas:
• Estas razas normalmente suelen tener mayor capacidad para superar los cambios ambientales y las diferentes enfermedades. Y es por ello que son capaces de responder a futuras demandas de los consumidores.
• Contribuyen al enriquecimiento del paisaje rural. A mantener los montes limpios ayudando también a evitar incendios y contribuyendo a la biodiversidad.
• Estas razas autóctonas contienen un material genético singular y que es totalmente recomendable mantener.
¿Y QUÉ HAY DE SU CARNE?
Los Betizu tienen una carne de excelente calidad. Pero en menor cantidad que otras razas cárnicas especializadas, es por ello que no es muy común encontrar carne de esta res. Desde un punto de vista de rendimiento de la producción son muy pocos los ganaderos que deciden dedicarse a la cría de las Betizu por esta razón.
En Cárnicas Goya hemos hecho esta elección para contribuir a que perdure esta raza autóctona. Sí, has leído bien. Por contradictorio que pueda parecer, dar valor a la carne del Betizu, es una forma de ayudar y aportar para que esta raza gane adeptos y más ganaderos hagan la apuesta por la crianza de estas.